domingo, 19 de octubre de 2008

EN MEDIAS DE RED

“y si volviera a nacer, repetiría”
-Amistades peligrosas-

Ya dejó los escarpines, los zapatitos rosados, las sandalias rojas. Esta historia es toda una mujer en medias de red.
El héroe se llamaba… emm… mm… se llamaba… … … ¡Irupé! ¡Sí! Irupé se llamaba, porque era una heroína, no un héroe –leíste mal (Heroína en el sentido no-mujermaravillezco de la palabra, y menos aún en el sentido estupefaciéntico) y bueno, la cuestión es que la tipa tenía la posta, no? No es una historia de redención, es más de afirmación, y bueno, porque a la tipa le preguntaban porqué seguía sonriendo cuando le salía todo para el ojete, y ella, en vez de ser rencorosa y decir “para que mis enemigos se pregunten exactamente lo mismo” agarraba y decía “porque tengo una sola vida y una sola muerte, y son mías, así que las voy a disfrutar tanto como me salga hacerlo, forro hijo de puta” ahrre. Nah, mentira, eso de forro hijo de puta lo inventé yo. Y bueno, cuestión, la tipa se murió. Pum. Chau. Afiambró mal. Y justo pasaba un chamán vendiendo calendarios, y el chabón agarró y la puso culo pa` arriva y le sopló en el agujero del to-or el humito de Salvia Adivinórum de la pipota que se venía fumando ¡y la chabona revivió al toque! Nah mentira, la desfibrilaron en la ambulancia, pero imaginate que pasaba un chamán así, todo pancho, con la pipa, y la canasta llena de calendarios, y se mandaba esa, nah qué flash que hubiera sido. Bueno ¿Dónde quedé? ah sí… la desfibrilaron… y la tipa revivió, así que todo bien. Después todos le decían “¿Viste? que vos decías que tenías una sola vida y una sola muerte, ¡Tenías dos!” Re boludos los chabones. Y ella seguía diciendo que tenía una sola vida y una sola muerte. Ella sabía que el destino es una cosa que habla del pasado y raras veces del presente pero nunca (nunca nunca, ¡eh!) habla del futuro.

1 comentario:

Reinabea dijo...

Você é o melhor da minha vida