Tus lágrimas han hecho un mar donde tus hijos amnésicos retozan los veranos cagados de frío porque es bueno lo caro. No sé si es genético o eligen olvidar. O ignoran al que dijo "conocer es recordar" Pero acá está tu memoria de ilegible mensaje de texto, tu sabiduría de croto que logró dejar de serlo. Acá está desvirtuada por pendejos al pedo y rastafaris barbudos, fumados y reveldes: que se creen “El Che” Guevara, por pelearse vehementes contra el facineroso comité de sucesivos rectores y decanos que pasan el día maquiavélicos y anti fumados, para que les dejen colgar un afiche rojo en la puerta de la facultad: que no lo lee ni el loro. Acá está tu memoria: testigo, víctima y sobreviviente; de esos sodomitas posmodernos –del New-Age diría yo –que han vulnerado de cuánta forma y estilo artístico se les presentase enfrente, en una especie de epifanía falopera de revolución completamente flasheada, la reacción desesperada de gente con cerebro cansada de que le rompan los huevos y que solo quería vivir en paz; con el aire renovado y listo para el tiempo suplementario, con el refuerzo del esténcil: el único aporte dignificable del vergonzoso victimario.
Acá está tu fragmentada memoria: libre del monopolio, confinada a la mirada esporádica de algún colgado que va mirando, sin ver, las paredes de la ciudad desde la ventanilla mugrienta del colectivo, como queriendo escaparse del olor a pedo de algún desconsiderado que no supo aguantar. ¿Quién pone cara de culpable? ¿Quién parece concentrado en controlar su esfínter de paro, un día de tanto frío? Si tiene suerte… los vidrios no van a estar empañados y nos va a ver malogrados. Si tiene suerte… no nos va a pasar como al producto del genio de una manga de vergas, y se va a preguntar porqué.
Es otro año, es otro suelo… esta vez no es un gobierno –van a terminar todos reventando de confort –
–Van a reventar las cubiertas de tu 4x4
cuando disparen los precios de lo que
te estás guardando–