lunes, 28 de julio de 2008

CORTITO Y AL PIÉ

Para mí que se tragó de golpe toda la Vitina

La Renga

Cortito y al pié porque el tiempo es oro y yo soy un croto…
Cortemoslá con las vueltitas, que sólo Jorge sabe andar por la orilla…
A mí las olas me la dan a la altura de los tobillos y voy de jeta al pavimento, y mi frente derechito a una ostra exageradamente ornamentosa que se me incrusta en la cara –del neolítico la ostra, tan pesada y grandota que ningún turista pelotudo pudo meterselá en el bolsillo– con la ceja abierta y la jeta ensangrentada me arrastro por la arena hirviente que me quema hasta los pelos de las tetillas, y las partículas más diminutas que tiene la costa se me pierden en la zanja de la ceja y el ojete por igual –se sumergen, naufragan–
Se acerca otra ola, golpea con fuerza la arena y el agua salada me inunda la ceja, me lleva mar adentro, no me deja quieto sin antes dar suficientes vueltas a mi cuerpo que ya ni sabe dónde está. Me incorporo viendo hacia el océano y estoy sumergido poco más que arriba de las rodillas, una ola más que me la da en las pelotas, me agacho, tarde, a cubrirme los huevos y ésta vez el cachetazo del mar me la da en la oreja, del mismo lado que el corte en la ceja… el pueñete me saca a medias del mar, las gaviotas me cagan la cara mientras picotean por arriba de mi ensangrentado párpado, y las aguas vivas se me prenden de las patas…
La puta que lo parió que se siente bien estar vivo.

domingo, 20 de julio de 2008

CANIBALEANDO MILIKI

I’ll be watching you”

–Sting–


Eventualmente…
Cada tanto…

Me saturo, me vuelvo loco, me voy a la puta, me zarpo, se me salta la cadena, imagino que me convierto en coloridos superhéroes, mando todo lo que tengo a mano bien a la mierda. Pero sigo procesando esa gota que rebalsó la palangana donde tengo las patas, dejándome el piso inchastrado y resbaloso –así no hay quien pueda andar –para seguir frustrándome mientras expira el tiempo límite que tengo para terminar la pelotudés de turno que esté haciendo que, de por sí, me cuesta mucho tomarme en serio…

Y ahí, en ese punto…

Ni entre el silencio, disimulado en la distancia y la constancia, que la noche parece tener grabado en un cassete para que la oscuridad del patio se sienta más pacífica y solitaria de lo que suele ser si no estoy atrasado con la entrega de algún trabajo práctico…
Ni mirando las estrellas que acostumbro ver para sentirme aliviado de ser tan insignificante, y así zafar del ultimátum de desesperación en el que caigo por ser tan condenadamente irresponsable –siempre y cuando las nubes no me hagan pito catalán…
Ni escabiando ajenjo con Nostradamus… puedo lograr zafar… “¿adónde te creés que vas?”, me dice…
Puedo llenar algunos renglones con puteadas –sí… pero el peso de ese compromiso me hunde más y más en ese lugar normal, real, completamente inverosímil.

¡Pero! … pero pero…

Está esa historia: la única manera que tengo de imaginar sin hacer ficción. Siempre viene a mí en el preciso instante en el que resuelvo que nada me disuade de empezar a caminar con dirección al norte hasta anclarme en una playa brazuca a vender caipirinha a precios exuberantes por el resto de mi vida… y me disuade. Me recuerda que no debiera ser yo el que se va a la mierda cuando estallan las pelotas…
"Dejá que revienten tus huevos hinchados, para que se haga aire aquello que los infló."
Esa historia: es una historia que siempre se traspapela entre las imágenes de mi cabeza –como un pop-up… la he contado alegre, triste; esperanzado y resignado… la he contado sobrio y la he contado borracho… la he contado incontables veces sin repetir, vez alguna, palabras que haya usado en veces anteriores… y sin querer…

Todos lo caminos conducen a su boca…

Verla reír fue, para mí, escapar de una realidad que realmente me cuesta mucho creer… fue mi media hora de vida y en nada se pareció a esos caramelos que se llaman igual.
Y cada noche soy el viejo del antro contando mitos de sucesos mágicos –ya nadie le da pelota… un esclavo de mandinga enamorado del paraíso, un ángel que una vez se tocó la bragueta y lo sintió…

La única manera que tengo de imaginar sin hacer ficción…

La he visto en todas partes… lo hago. Pero no he estado fantaseando destinos juntos a partir de las modificaciones que le pueda hacer a los recuerdos –no, ese es un error que por algún motivo ya no debo combatir para dejar de cometer.
La veo caminando una siesta solitaria o resaltando, tan sólo para mí, entre la multitud de rostros invisibles, borrosos, indiferentes… sin maquillar, con los brazos cruzados y una campera de jean que nunca se saca en épocas de frío… sé que le gusta más el invierno que el verano, igual que a mí… e imagino que, al igual que yo, zafa el invierno en modo dibujito… vestida siempre igual.
La veo pasar por la placita del bombero cerrando los ojos y mirando hacia el sol, y le sonríe cuando la abraza… cuando en sus rayos se baña, porque son los momentos de calidez acurrucada los que la hacen saber las bonanzas del crudo invierno. La veo bajo el toldo de un negocio porque de colgada no tiene paraguas, y la lluvia le habla… sonríe al ver la gente acovachada en sus paraguas… la hacen sonreír… y la gente se pregunta si se comió un payaso.

El día que sea…

La hacen reír: unos perros sarnosos que se revuelcan en el pasto, la cara de colgado que llevan todos en el colectivo –como si ese momento no fuese parte de sus vidas, las viejas sentadas en el banco de la plaza. Se arremanga el flequillo atrás de la oreja y no se aferra a nada de lo que le hace bien… es efímero, va a volver, siempre está con ella.

A veces… cuando las noches son largas, la imagino en la ducha… y me pongo afrechudo… es que sigo siendo un hombre… y el agua de la ducha le cierra los ojos como el sol lo hizo en la plaza… y la hace sonreír… recorre su cuerpo el agua tibia… su cuerpo humilde… perfecto… y por mucho que me excite no se me para… no quiero VIAGRA –no, no es eso… ella me excita como nadie ha logrado…

El egoísmo de quien se toca… se fue al carajo cuando ella vino –me disuade, me calma… yo sonrío… ¿Quién sabe? Talvez… ella es un caníbal de mi estilo.

domingo, 13 de julio de 2008

LA TRAGEDIA ARGENTA

“si te queda el poncho poneteló”

–Dicho criollo–

Allá, en el Monte Olimpo de la planicie porteña están los inalcanzables…
¡Ay! si los ciudadanos escuchasen recitar los nombres que pululan los pasillos del recinto… ¡ay! si los escuchasen. Los glaciares se derretirían en invierno sin tan solo mirásemos de reojo el paneo de un cameraman temeroso de tocarle el culo a algún titán –sí, de la época de los titanes son ellos: sobrevivientes, magnicidas –deicidas, en suelo argento.
Ya nos vieron verlos in medias res. Se estremeció el piso cuando uno de ellos fulminó el temple de un periodista que se creyó bravo como para contar la historia que hizo a ese digno del limbo –desde la otra punta del auditorio se escuchó nombrar y al pobre mortal no le quedó más que palometearse el calzón, y sentir un chorrito marrón por dentro de la gamba y la pantorrilla –y a caminar despacio para que no roce la botamanga de los lienzos.
¡ATENTOS TODOS! Que se van batir los titanes del Olimpo. Nos vieron verlos hacer nada y van a montar un espectáculo para exitarnos, para convencernos de que les importa algo más que un carajo, y demostrarnos que preferimos no revolver el avispero. Van a patear culos y van a hacer que hasta el último por debajo de ellos se cosa bien cocidos los bolsillos… estén llenos o vacíos. Van a recordarnos que pueden dar vuelta una y otra vez el mundo que desde el principio estaba alverre…
Y ahí… vamos a querer olvidarlos.
El hogareño monitor de templo abandonará los tributos y dejaremos de ser expertos en legislación.
Sabrá de traidores y traiciones, ambiciosos y ambiciones, depravados y antihéroes, de interminables linajes, relaciones estrepitosas, y otra vez de traidores esta aventura épica, que, muy gastronómicamente, habla de ñoquis y panqueques. También hay putas, nunca faltan –ya las va a agarrar EL INCREIBLE HULK, y finalmente, después de la comida y las putas… llega la digestión… y aparecemos los cagones.

sábado, 5 de julio de 2008

14 DE JUNIO

“el culo es el rey del mundo,
porque todos tienen uno”
-Mi viejo dixit-


AL MEDIODÍA


¡Me van a salir canas verdes! porque no me da para convertirme en EL INCREIBLE HULK y llegar de un salto, con grito ipsofacto: desaforado, de socavada paciencia exaltada; a cuál fuere el lugar donde se encuentre el opinólogo que atentó contra el quicio en el que se encuentra mi cuadrado pensamiento, para tomar su peniforme arma de destrucción masiva de la objetividad y muy contranatura hacerla ir corriente arriba en un río de materia fecal –pero rompería el techo… que chotera…
ME VAN A SALIR CANAS VERDES.

A LA SIESTITA


_Y cuando me fijé, los autores eran dos, y lo peor de todo es que no habían terminado, fingiendo ambos que habían ganado –qué manga de locos: uno atrás del otro alternándose el puesto, fluctuando entre los nombres de oficialismo y oposición.
Apagá la tele, vamos a escaviar algo y escuchemos los redondos: que ésta historia es un cuento que leí y releí hasta el cansancio sin llegar a encontrarle sentido alguno, y por supuesto… sospechando, y ahora sabiendo con certeza que jamás voy a terminarlo.
_Y mirá que se contorsiona la subjetividad más cursi que el impávido mundo ha visto con los ojos de su prole: rotando la siembra de seudo-noticias que siempre están de estación, como si fueran monocultivos, y el cerebro vacío de los feligreses de la parroquia Santa Magdalena Subió Los Precios De Nuestra Sagrada Televisión, el campo que desgastase con la interminable cotidianeidad.
Imágenes que a diario chorrean grasa y hacen inchastres cochinos y desagradables en cualquier lugar que se encuentren con su pretenciosa humanidad que insulta la inteligencia hasta de aquellos en los cuales brilla por su ausencia. Los para-textos de un Artículo de actualidad extendida como la edad de Matusalén –hasta que la ictericia nos haga ver a todos los mismo.
Mientras que la hemorragia del rey del mundo ya es una martirizadora agonía eterna – ¡Qué mártir carajo! Como no ha habido otro. Esos que han tenido su póstuma revancha lastimosa ya no son dignos del nombre que los ha alcanzado. Pero de este culo nadie habla: si sigue vivo, si la sangre que derrama se repone con la del orto de los hijos del que sangra… EL REY HA MUERTO… ¡VIVA EL REY!
Viviré… sobreviviremos… hoy que de amor platónico no encontrás más que la sofística de un pendejo alzado que cayó en la cuenta estando mamado de que el que elige no coge, y que el burro lo logra por hincha pelotas, y lo repite y repite mientras encara gordas en el boliche, con el fantasma de la tímida sobriedad acercándose cada minuto, y la plata que no tiene para comprarse más elixir de valentía, que aunque tuviera lo haría lanzar.
Viviré… sobreviviremos…Para que los sofismas de la guerra platónica de aquellos, tengan sangre por la cuál pelear, lucrar; que consagrar, profanar; que llorar… lágrimas que se reciclan en sofismas de otra batalla, como el fantasma de la memoria… ES el fantasma de la memoria… que los fantasmas del presente se han encargado de convertir en fantasma y proceder a exorcizar.