domingo, 29 de junio de 2008

VAN A TERMINAR TODOS REVENTANDO DE CONFORT

Somos la insular memoria de un viejo senil: de casi 200 años, rengo, narigón, con jopo; con los ojos de cataratas que empiezan en la frente, y cubiertos de lágrimas: dulces, rifadas y eternas… como si sufriera; y siempre sonriendo –viejo nuestro viejo –nuestra huella berreta de recuerdos complejos: más sintético y menos profético que horóscopo de chicle bazooka, pero jugado, jugadísimo… y siempre dispuestos a explicar con argumentos si nos dieran más espacio que el tapial de la casa que pasó el domingo pintando blanco, un octogenario que cuando se entere nos va a putear.
Tus lágrimas han hecho un mar donde tus hijos amnésicos retozan los veranos cagados de frío porque es bueno lo caro. No sé si es genético o eligen olvidar. O ignoran al que dijo "conocer es recordar" Pero acá está tu memoria de ilegible mensaje de texto, tu sabiduría de croto que logró dejar de serlo. Acá está desvirtuada por pendejos al pedo y rastafaris barbudos, fumados y reveldes: que se creen “El Che” Guevara, por pelearse vehementes contra el facineroso comité de sucesivos rectores y decanos que pasan el día maquiavélicos y anti fumados, para que les dejen colgar un afiche rojo en la puerta de la facultad: que no lo lee ni el loro. Acá está tu memoria: testigo, víctima y sobreviviente; de esos sodomitas posmodernos –del New-Age diría yo –que han vulnerado de cuánta forma y estilo artístico se les presentase enfrente, en una especie de epifanía falopera de revolución completamente flasheada, la reacción desesperada de gente con cerebro cansada de que le rompan los huevos y que solo quería vivir en paz; con el aire renovado y listo para el tiempo suplementario, con el refuerzo del esténcil: el único aporte dignificable del vergonzoso victimario.
Acá está tu fragmentada memoria: libre del monopolio, confinada a la mirada esporádica de algún colgado que va mirando, sin ver, las paredes de la ciudad desde la ventanilla mugrienta del colectivo, como queriendo escaparse del olor a pedo de algún desconsiderado que no supo aguantar. ¿Quién pone cara de culpable? ¿Quién parece concentrado en controlar su esfínter de paro, un día de tanto frío? Si tiene suerte… los vidrios no van a estar empañados y nos va a ver malogrados. Si tiene suerte… no nos va a pasar como al producto del genio de una manga de vergas, y se va a preguntar porqué.
Es otro año, es otro suelo… esta vez no es un gobierno –van a terminar todos reventando de confort –

–Van a reventar las cubiertas de tu 4x4

cuando disparen los precios de lo que
te estás guardando–

3 comentarios:

Brunomilan dijo...

Escribis de una forma tan rara que tengo volver varias veces al comienzo del parrafo para ver de donde venia cada cosa, pero metes tantas frases antologicas que uno no puede menos que aplaudir...

La frase del titulo es genial y la del final gloriosa jaj

Reinabea dijo...

Me hiciste reír mal y pensar profundo sin querer hacerlo! Sos un Grossman,salvando la ciencia!

Reinabea dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.