En el preciso instante en que arribé al boliche y entré, la madrugada del viernes, me percaté de que los que atendían la barra, las camareras (¡discriminación! siempre son minas), el que ponía música, el showman (un balín) y prácticamente todo el personal del recinto estaba usando barbijo...
Instantáneamente supe…
Se caía de maduro…
A nadie le importa lo que digo...
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